En la revista de mayo-junio de Litterae Communionis, en el artículo: “Tu nombre está escrito en el cielo”, casi al final dice: “seguramente hay momentos en los que la fe puede vacilar, cuando parece que Dios no ve y no actúa. En esos momentos, acuérdense de que Jesús está a su lado. Desde el cielo, los santos velan sobre nosotros: invoquémoslos y no nos cansemos de pedir su intercesión. Y están ’Los Santos de la puerta de al lado’. Aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia De Dios”. Esta frase me hizo pensar en mi amiga que hace poco más de 2 años le detectaron un problema de salud muy grave, y el verla como vive con alegría día con día, tomando los cuidados necesarios y aceptando la voluntad de Dios, como un regalo que recibe para tener la conciencia de lo valioso que es cada instante. También dentro de sus actividades de trabajo profesional, de esposa etc., se da el tiempo para servir a los demás. En estas últimas semanas una amiga en común ha tenido una crisis muy fuerte, y necesitaba compañía; para mi asombro, la primera persona que ha estado al pendiente, es ella. Por lo que, al ver la frase en la revista "Los Santos de la puerta de al lado", he pensado inmediatamente ella, es el santo de la puerta de al lado, y es el reflejo de Dios en el mundo.

Betty Santoprieto