CL en México
6 de septiembre de 1985. Giovanni Riva y su familia, y Amedeo Orlandini delante de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

Vida de la comunidad

A casi ya 34 años de la llegada de los primeros amigos de Comunión y Liberación, la comunidad de México ha ido madurando y creciendo en torno a la fascinación y la belleza del Acontecimiento de Cristo vivo, presente en medio de nosotros.
1984

El Papa Juan Pablo II recibió en audiencia a diez mil miembros de Comunión y Liberación (CL) con ocasión del treinta aniversario del Movimiento para confiarles un nuevo mensaje: «Id por todo el mundo a llevar la verdad, la belleza y la paz que se encuentran en Cristo Redentor. Esta es la consigna que os dejo». Con esta invitación el Papa dio un gran impulso misionero de CL hacia el mundo.

1985

El 5 de septiembre de ese año, provenientes de la comunidad de Reggio Emilia (Italia), llegaron a México Giovanni Riva y su familia, así como Amedeo Orlandini, miembro de la Asociación Laical Memores Domini, ya que, S. E. Mons. Carlos Talavera, obispo en aquel entonces de la Diócesis de Coatzacoalcos, Veracruz (Ver.), había pedido desde hacía tiempo a Don Luigi Giussani la presencia del Movimiento ahí, para apoyar en la educación de laicos y en el incipiente seminario.

1986

En los primeros meses de ese año, Don Giussani hizo una breve visita a México. Fue una ocasión para que los primeros amigos del Movimiento pudieran conocerlo personalmente, y reafirmaran su adhesión al camino encontrado.

En torno a los amigos recién llegados de Italia, comenzó una pequeña comunidad, sobre todo de jóvenes. Entre los primeros gestos vividos destacaron los encuentros semanales y la caritativa, así como la celebración de la Semana Santa en Catemaco, Ver., en la que participaron amigos de Coatzacoalcos, Ver., y de la Ciudad de México. También, se realizaron algunos encuentros públicos con personalidades del mundo de la empresa, de la política y de la educación, que buscaban proponer una manera seria de estar en la realidad.

A finales de 1986, la familia de Giovanni Riva y Amedeo se mudaron a la Ciudad de México. Sin embargo, Amedeo siguió viajando regularmente a Coatzacoalcos para seguir apoyando las actividades del obispo.



Ese mismo año llegaron de Reggio Emilia dos Memores Domini más: Bruno Gelati y Stefano Lavaggi, quienes junto con Amedeo, formaron la primera Casa de los Memores Domini en la capital del país.

1987-1988

Provenientes de diferentes ciudades de Italia, en julio de 1987 llegaron a Coatzacolacos las Memores Domini Donatella Mansi y Letizia Vaccari, y en agosto, Brunella Ancorani. Al año siguiente, también arribaron Gabriella Bigi, Enza Lo Forte y Luciana Diotti. En torno a la presencia de estas amigas y de la familia de Giovanni Riva, se dieron las primeras adhesiones de adultos a la vida del Movimiento en Coatzacoalcos. En la Ciudad de México, Bruno, Stefano y Amedeo fueron acogidos por Mons. Francisco Aguilera, Obispo auxiliar de la Ciudad en ese momento, y colaboraron en la pastoral educativa y catequética de la diócesis; este trabajo continuó por varios años. Así mismo, en la Ciudad de México la comunidad empezó a brotar a través de la amistad de los Memores con la familia Pineda, en la Colonia Vicente Guerrero, en la Delegación de Iztapalapa, el oriente de la ciudad.

En agosto de 1987, como respuesta a una invitación de S. E., Mons. Héctor González Martínez, obispo en ese momento de la Ciudad de Campeche, ubicada en el Golfo de México, al sur de país, llegaron los Memores Domini Giampiero Aquila, Daniele Tonti y Giuseppe Zaffaroni. Desde los primeros días, empezaron a trabajar como profesores en varias escuelas y en la universidad. Así, se fue formando la primera comunidad del lugar. A inicios de 1988, dio inicio la construcción del Centro de Solidaridad Juvenil en unos terrenos pertenecientes a la diócesis, en el Barrio de Samulá; el lugar buscaba ofrecer apoyo a los estudiantes universitarios, quienes asistían sobre todo de lugares lejanos de Campeche.

1991-1998

También a petición del mismo obispo Mons. Héctor González -quien fue trasferido de Campeche a Oaxaca- llegó a la ciudad de Oaxaca Lorenzo Fanelli, seguido en 1992 y 1993 por los Mémores Domini Daniele Semprini y Fabrizio Acciaro, con quienes se abrió la Casa de Oaxaca. Su presencia, sobre todo en la escuela y en la universidad, fue ocasión para que algunos de sus alumnos de clases de italiano encontraran la propuesta del Movimiento y se adhieran a ella, entre ellos César Hernández, René Cortés, Flor Ruiz, entre otros.

Con ellos nació un camino y una amistad que, además de la Escuela de Comunidad, comprendía momentos de convivencia y propuestas culturales, tales como: la presentación de libros (por ejemplo, Giuseppe Zaffaroni presentó La Anuncio a María, de Paul Claudel), discusión de películas (como Thelma y Luoise, en torno al tema de la libertad), así como conciertos, y se formó un pequeño coro. Todas estas iniciativas brotaron del diálogo continuo entre Lorenzo y los demás de la Casa de los Memores; la vida cotidiana y ordinaria de estos amigos proponía un cambio de 180 grados para quienes los encontraban. En esta ciudad también fue presentada la muestra De la tierra a las gentes en el Teatro Alcalá, y un concierto de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca en el Templo de Santo Domingo.

Mons. Héctor González Martínez inaugura la muestra De la Tierra a las Gentes, en Oaxaca

En los años sucesivos, el Movimiento extendió su presencia a otras ciudades gracias a jóvenes que encontraron la experiencia en escuelas y universidades de Campeche, Oaxaca y Ciudad de México; participaban en gestos comunes como el de Semana Santa y los Ejercicios Espirituales tanto para universitarios como para adultos. Se contó en varias ocasiones con la presencia del padre Filippo Santoro, hoy arzobispo de Taranto, en Italia; después de él, el Movimiento fue acompañado por las visitas desde Italia de Giorgio Vittadini y posteriormente de Fabrizio Rota (ambos pertenecientes a la comunidad de Milán).

A finales de 1996, llegó a México Rossana Stanchi, desde Turín, Italia, quien el 5 de febrero de 1997 abrió la Casa de las Memores en la Ciudad de México, junto con las mexicanas Diana Lluis Arroyo y Guadalupe Pineda Méndez.

En 1997 llegaron a la Ciudad de México los primeros sacerdotes de la Fraternidad de San Carlos Borromeo con el P. Fabio Iodice como responsable de la Casa quien, posteriormente, fue nombrado Párraco de la Iglesia de María Inmaculada.

1999-2000

En 1999 llegó a la Ciudad de México el Padre Franco Cinello, también misionero de la Fraternidad de San Carlos Borromeo, quien, después del Padre Iodice, fue designado Párroco de la Iglesia de María Inmaculada. Su pasión por la educación de los jóvenes y por la música le llevó a conformar un pequeño y bello coro en esa ciudad.

En esos años se expuso nuevamente la muestra De la Tierra a las gentes en la Ciudad de México, San Juan del Rio, Querétaro, y en Oaxaca, gesto misionero que ayudó a que más personas conocieran y se adhirieran a la propuesta del Movimiento.

Presentación de la muestra De la Tierra a las Gentes en varios estados del País

2003

Llegaron a la Ciudad de México los padres Julián de la Morena y Javier de Haro, misioneros de la Fraternidad de San Carlos Borromeo, en la Parroquia de María Inmaculada. El padre Julián de la Morena se hizo cargo de la responsabilidad del Movimiento en todo el país.

Mientras tanto, en varias ciudades de México nacían pequeñas comunidades, entre ellas: Guadalajara, Monterrey, Veracruz, Jalapa, Puebla, Querétaro y Mérida.

2005

El miércoles 20 de abril, en Coatzacoalcos, Veracruz, se realizó la presentación del libro Por qué la Iglesia, con la participación de S. E., Mons. Rutilo Muñoz Zamora, obispo de esa ciudad, así como de Oliverio González Rosario, miembro de la comiunidad local y ahora responsable nacional del Movimiento, y Amedeo Orlandini.

De 2005 hasta la fecha, se han realizado varios encuentros públicos para presentar obras de Luigi Giussani y de Julián Carrón, Presidente de la Fraternidad Comunión y Liberación desde 2005.

2007-2008

En marzo de 2007 el Papa Francisco nombró a S.E. Mons. Christophe Pierre, Nuncio en México; desde el inicio, nació una gran amistad y una colaboración cercana y conjunta entre el Nuncio y los amigos del Movimiento.

9 de abril de 2008. Presentación del libro ¿Se puede vivir así?, de Luigi Giusani, a cargo de Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico de México y del Historiador el Dr. Jorge Traslosheros.

Así, entre otros gestos relevantes, Mons. Christophe Pierre participó, junto con Jorge Traslosheros, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la presentación del libro ¿Se puede vivir así? de Luigi Giussani, el 9 de abril de 2008 en el Word Trade Center de la Ciudad de México.

2015

El 16 de septiembre, Don Julián Carrón participó en el encuentro Un nuevo inicio para México, ¿de dónde partir?, que se organizó con motivo del 30 aniversario de CL en el país. Junto con Don Carrón, tomó parte en el evento el historiador Jorge Traslosheros. El Cardenal Norberto Rivera, Obispo de la Ciudad de México, envío un videomensaje para dicho evento; el encuentro obtuvo una gran respuesta, y entre los asistentes se estuvieron Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México y Mons. Eugenio Lira, Secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

16 de septiembre de 2015. Encuentro “Un nuevo inicio para México, ¿De dónde partir? Julián Carrón, Presidente Internacional de la Fraternidad de CL; Oliverio González, responsable nacional de CL en México; Jorge Traslosheros, historiador e investigador

2016

El 16 de septiembre tuvo lugar la presentación del libro Luigi Giussani. Su vida, a cargo Alberto Savorana, autor del mismo; también participaron Sergio González Rodríguez, periodista, escritor y columnista; Guillermo Hurtado, investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Oliverio González, responsable nacional del Movimiento de CL en México. En esta ocasión, nos acompañó S.E. Card. Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia.

Presentación del libro ''Luigi Giussani. Su vida'', por (de izquierda a derecha): Sergio González Rodríguez, periodista y ensayista; Guillermo Hurtado, profesor investigador; Oliverio González, responsable de CL en México, y el autor, Alberto Savorana. César Hernández: traductor


2018

En enero de ese año se realizó la presentación del libro La Belleza Desarmada, con la presencia del autor, Don Julián Carrón, así como de la periodista mexicana Josefina Herrera, y del responsable del Movimiento en México, Oliverio González. En el trascurso de la presentación se proyectó un video con la intervención del periodista Leonardo Curzio, periodista y analista político mexicano.

En mayo, el nuevo Nuncio Apostólico en México S. E., Mons. Franco Coppola presidió la Santa Misa en los Ejercicios de la Fraternidad, y dialogó extensa y abiertamente con todos los asistentes.

Mons. Franco Coppola presente en los Ejercicios de la Fraternidad en mayo de 2018, con algunos responsables de CL en México

2019

En mayo S.E. Mons. Salvador González Morales, obispo auxiliar de la Ciudad de México, celebró la Santa Misa en los Ejercicios de la Fraternidad.

Mayo 2019, S.E., mons. Salvador González Morales, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México, con algunos de los responsables del Movimiento en México

2020

A finales de febrero, el Padre Julián Carrón, responsable internacional de la Fraternidad de Comunión y Liberación, visitó México. En Monterrey, Nuevo León, presentó su libro Dónde está Dios, con la participación de: Inés Sanz, directora de la Escuela de Disciplinas Humanísticas del Instituto Tecnológico de Monterrey; David Noel Ramírez, Rector emérito también del Tecnológico de Monterrey, y Josefina Herrera, periodista y coordinadora del noticiario Enfoque Noticias. Asimismo, presidió una asamblea de la comunidad del movimiento en la Ciudad de México, y se dio tiempo para convivir con amigos y testimoniar la alegría de Cristo.

En uno de los diálogos que tuvo con los amigos de Monterrey, para responder a la pregunta sobre qué es una amistad verdadera, le pidió a una persona presente que contara lo que le sucedió con su novio que después de haber encontrado los amigos del movimiento ya no quiso dejarlos; para concluir que "Esta es la amistad que deseamos nosotros, a través de las cosas normales: amigos con los que andariamos hasta el fin del mundo".



Desde 2009 y hasta la fecha, cada año se realiza en la Ciudad de México el evento Cultural Encuentro México (antes llamado Encuentro DF); otro encuentro similar se realiza desde 2006 en Coatzacoalcos, Ver., con el nombre de Encuentro Coatza. Ambos son espacios en los que se debaten los temas más acuciantes de la sociedad, en donde a partir de la fe, se propone un diálogo abierto con personalidades y con experiencias de distintas ideologías y creencias.

A lo largo de estos años, el movimiento en México ha crecido y sigue mostrando la potencia viva del encuentro con Cristo. La vida del movimiento de CL es muy sencilla y libre, quien lo conoce, se topa con una experiencia de fe vivida y trasmitida a lo largo de los siglos por la Iglesia Católica. El encuentro con el acontecimiento que lo vehicula genera una inesperada e impensable experiencia y una correspondencia con lo humano.

Para vivir la fe cristiana, tanto los universitarios como los adultos, participan libremente en los gestos fundamentales del movimiento, para compartir las vicisitudes y circunstancias de la vida cotidiana, con la finalidad de profundizar en la fe cristiana de manera personal y comunitaria.

En esta sección hemos detallado las múltiples propuestas del movimiento católico de CL en México, que se siguen ofreciendo para una educación en la fe que hace del cristianismo una aventura en la vida: la Escuela de Comunidad, los Ejercicios espirituales de la Fraternidad, las vacaciones comunitarias, los retiros, las jornadas de inicio de curso, la caritativa, la oración, los ensayos de cantos, entre otros gestos.