Vacaciones CL, México 2022

Las vacaciones: tiempo del verdadero descanso

Después más de dos años de confinamiento, se realizaron las vacaciones en Metepec, Atlixco Pue, una antigua fábrica textil, hoy centro vacacional del IMSS. Recogemos aquí algunos de los hechos vividos en estos días
María Rosa Cantú

Las vacaciones de CL son un gesto misionero que se propone a todos ¿Qué lo hace tan especial? Oliverio responde: “Yo necesito de alguien para vivir, lo mejor que le puede pasar a un hombre adulto es reconocer y seguir. Los niños reconocen una autoridad porque se sienten atraídos por amor. Las vacaciones ayudan a tener esta posición”. Lulú afirma que la comunidad cristiana es compartir que Cristo es todo para todos, y se da cuenta que somos un espectáculo para el mundo, el criterio “es que estoy respirando a pleno pulmón y mi corazón arde de plenitud (…) haciéndole espacio a Cristo, Él, no defrauda”. Para Giampiero la compañía es el método y “se educa a los hijos porque hay una aldea”. La inteligencia de la fe se convierte en inteligencia de la realidad no por un esfuerzo, sino por la fe. Para algunos como Redy y Maricarmen las vacaciones de este año sucedieron por primera vez. Para otros, como Evita y Jóse serán la No. 28 y 35 respectivamente. ¿Por qué vengo a las vacaciones? ¿Por qué sigo aquí? El lema de las vacaciones da la pista para responder. La nueva creatura que tiene lugar en el encuentro con Jesús, como Martha, se convierte en testigo y anuncia su presencia: “El Señor está aquí y te llama”.

Oli, en la introducción del gesto, nos dijo: “Hemos iniciado las vacaciones con lo más importante: con la presencia viva de Cristo entre nosotros, que permite que el corazón esté lleno y pueda cantar”. Ayudó a percatarse del verdadero Protagonista, de Aquel que por misericordia llama a cada uno personalmente, de ahí la razón de realizar un viaje largo para llegar, pues somos conscientes de que este lugar es el que permite vivir a plenitud. Nos exhortó a fiarnos, a seguir y a vivir esos días con la conciencia de comunión y de humildad porque “es muy fácil confundir el tema de las vacaciones, que normalmente se cree que es hacer lo que uno quiere”.

El padre José Miguel, vísitor de México, nos acompañó. Comentó la importancia de considerar que unos amigos se habían dado a la tarea de organizar unas vacaciones no como una agencia turística, con el fin de “hacernos pasar el tiempo y así ganar dinero”, sino como lo que son: una ayuda para que la vida de cada uno sea más plena, más verdadera. El padre José Miguel citó a Don Giussani: “lo que de verdad quiere una persona sea joven o adulta, lo que le apasiona se comprende no por cómo trabaja o estudia - que es lo que está obligado a hacer-, (…) sino por cómo emplea su tiempo libre. Si un chico o una persona madura desprecia su tiempo libre, no ama la vida, es un necio.” El verdadero descanso sucede no cuando no se hace nada, sino cuando uno ama y entrega su vida a aquello que ama. “Si las vacaciones (citó nuevamente al Giuss) no te hacen recordar lo que más querrías recordar, si no te hacen más bueno hacia los demás porque te vuelven más instintivo, si no te enseñan a mirar la naturaleza en su profundidad, si no te hacen vivir un sacrificio con alegría, el tiempo de descanso no alcanza su objetivo. El tiempo de las vacaciones deben ser lo más libre posible. El criterio es el ver respirar y si puede ser a pleno pulmón”. ¿Cómo sucede todo esto?

Después del desayuno, por las mañanas se comenzó con las Laudes, ayudados por el padre Gabriele, quien nos motivó a preguntarnos por el sentido de las cosas pues “cuando se actúa respondiendo a Cristo, todo adquiere un valor infinito”. Las Laudes, nos decía, educan a vivir la comunión y la unidad siguiendo el recto tono, aprendemos a escuchar al otro, a seguir a los que guía, a tomar conciencia de la presencia de Dios y de nuestra dependencia, por medio de Su Palabra.

Los juegos a cargo de Guille y su equipo. Porras improvisadas, la algarabía de grandes y chicos, deseos de ganar y mucha energía caracterizaron esos momentos. También se formaron “cuadros de la recreación de la Vida de Don Giussani”: los inicios, los tiempos de la revolución, los de madurez y los últimos, los de la enfermedad.

Visitamos el Templo de Santa María de Tonantzintla, en Cholula, donde los franciscanos, que evangelizaron el antiguo México, así como el Templo de San Francisco de Acatlán. El padre José Miguel, en una de sus homilías decía: “en estas iglesias vemos la belleza de la vida humana que se expresa a través de la fe”.

Una tarde, el padre Davide presentó el testimonio de amigos como Diana, Azael, René y María José, que acompañan a niños de 10 y 11 años en un camino educativo en la parroquia de Davide. Para Diana educar y acompañar es dejar que el otro se plantee preguntas y busque las respuestas para ver lo que la realidad le indica, justo como ella misma ha sido acompañada. “La tentación más grande es decirle al otro qué hacer”. Es asombroso cómo los niños son los que empujan a sus papás para asistir a la iglesia, como fruto de esta compañía.

En las asambleas con el padre José Miguel, primero, y con Oliverio y Azael, después, los testimonios resaltaban el reconocimiento de un llamado personal para venir. La alegría fue una constante. El padre José Miguel lo expresó: “Es verdad que los niños están alegres, pero los adultos también”.

La realidad se impuso frente a las ideas con las que alguno llegó a las vacaciones por primera vez, como Redy, que al final se dio cuenta que sus vacaciones mucho más de lo que imaginó. Fue impresionante ver a los niños sentados y en silencio en las Laudes y en las misas. Los adultos mayores buscaron sentarse junto a ellos en todo momento, para no perderse lo que sucedía delante de sus ojos. Los niños participaron en los bailes el día de la noche de fiesta, igualmente con seriedad como acólitos en las celebraciones eucarísticas. No en balde, ¡se llevaron el premio especial de las vacaciones!

María Rosa, Monterrey