Atlixco, Puebla. Foto: gob.mx

Impactada por la mirada de amor a mí

Ingrid, amiga nuestra que vive en Guatemala compartió su testimonio durante las vacaciones de CL en México, realizadas en Puebla.
Silvia Devars

Oliverio introdujo el gesto compartiendo que aquel primer encuentro con el Señor vuelve a acontecer, y los testigos que encontramos nos permiten verificar que así es. Esto es una gracia. Oli escuchó el testimonio que Ingrid en marzo pasado en Brasil, en la Asamblea de Responsables de América Latina,(ARAL), y reconoció que lo que compartió como experiencia de vida genera una belleza importante de compartir con su familia y amigos. Es por ello que le pidió que contara de nuevo su experiencia en las vacaciones.

Ingrid vive en Guatemala, donde conoció el Movimiento de Comunión y Liberación (CL) gracias a una italiana, Laura Monti, quien llegó como voluntaria a un asilo donde ella trabajaba y le ofreció su amistad. Fue creciendo la simpatía, y Laura la fue introduciendo “en sus cosas”, que eran cosas de CL, tales como la revista (que estaba en italiano). Es evidente la conmoción de Ingrid al afirmar: “desde que conocí CL me he sentido abrazada y querida”.

En 2016 inició sus estudios de ingeniería en sistemas. Estaba convencida de que quería estudiar eso, pero desafortunadamente la universidad pública no la ofrecía. La universidad privada a la que asistió está a dos horas de su casa. Ella estaba determinada e ilusionada, pero sin los recursos económicos suficientes para concluir. Empezó a recibir el apoyo a través de personas pertenecientes al movimiento, no solo de Laura. Los gastos incluían también el traslado a Chiquimula y la alimentación.

“Me sentí impactada por la mirada de amor, de ternura que recibía de los amigos de CL, y esta certeza de sentirme abrazada a través de ellos y la paternidad que representa don Giussani venían a mi mente mientras escribía los agradecimientos de mi tesis. Pensaba en Don Giussani, quien me contagió de su deseo de Infinito, su deseo de Cristo. En un libro de letras doradas escribí sobre todos ellos. Y pensaba: ¿cómo es posible que ellos se alegren tanto conmigo? Se alegraban de cada paso que daba, lo veía en sus rostros. Y por medio de ellos veía cómo Cristo me acompañó en cada examen, en cada momento de este largo camino recorrido. Reconocía que yo no tengo nada, solo lo tengo a Él, y eso me basta y me sigue bastando”.

Más adelante, Ingrid conoció a un amigo del movimiento que vive en Italia, él le propuso que viajara al encuentro con el Papa Francisco, se organizó con otros amigos para reunir el importe del boleto de Ingrid. Ella se conmovió hasta las lágrimas. Otra vez sentía la preferencia que Cristo hizo por su persona. “Me sentí como el paralítico que sus amigos llevan junto a Jesús”. El viaje no se pudo realizar por asuntos migratorios de su país, pero participó de la audiencia por internet y se sentía emocionada de estar acompañando a los demás amigos. “Hizo crecer en mí el agradecimiento hacia Cristo y el deseo de que otros también vivan esto. En esta compañía me siento agradecida por tanto amor”. Su amiga Laura es Memores Domini, eso no se lo había dicho ¿Qué son los memores? Son personas que han decidido hacer memoria de quién es Él y quiénes somos nosotros. Son profesionistas que viven de su trabajo y comparten una casa con otros memores. Su entrega a la Iglesia en esta modalidad les implica no comprometerse en el matrimonio. Fue otro memores que vivió mucho tiempo en Perú quien dejó la beca que Ingrid recibió.

Vivir la vida del movimiento

En Guatemala no hay comunidad de CL, pero ella se reúne semanalmente gracias a las tecnologías con los amigos de El Salvador para hacer la escuela de comunidad. “Cada vez que puedo voy a El Salvador a ver a mis amigos, y a participar de algún gesto del movimiento”. Al inicio de este camino, ella no habló con su mamá de este encuentro. Fue dosificando la información. Desde que enviudó su madre, Ingrid vive con ella. Poco a poco fue contándole los hechos, “fue muy simpático, porque temía que me estuviera uniendo a una secta”.

El Padre Julián de la Morena le pidió al responsable de CL en El Salvador que visitaran a Ingrid para contarle cómo funciona CL. Ella se impresionó de que Charly y su esposa hubieran hecho un viaje tan largo sólo para visitar a una desconocida. La esposa de Charly llevaba un chiquito de un año y además iba embarazada. Ese día, me cambiaron la vida. Entendí muchas cosas del movimiento. En mi familia no había esa “familiaridad” que yo percibía en los amigos de CL, era como vivir juntos pero cada quien por su lado compartiendo sólo el lugar. Ahora ha cambiado mucho. Somos más familia.

Gracias por compartirnos tu sencillez en el mirar

Durante el testimonio que compartió este año en México, en los días de vacaciones, un amigo le agradeció que le recordara que no es ella, sino Cristo. “Siempre está la tentación de borrarLo de la ecuación, pensando frases como ‘bueno, tuve suerte’, o ‘qué bien, soy carismático’. “Gracias por recordarnos, como lo ha hecho Laura contigo: no soy yo, es Él. Es Él –dices– quien me da la posibilidad de ayudar a otros. Es una historia que sólo Él puede generar”.