lugaresturisticos.com

Y yo, ¿por qué voy a las vacaciones de CL?

Un amigo que iba por primera vez a las vacaciones me preguntó: “¿Y tú por qué vienes? ¿Qué es lo que más te gusta?” Me doy cuenta que venir cada año es un “sí” que vuelvo a dar. La carta de Andrea luego de las vacaciones de CL México

Un amigo que iba por primera vez a las vacaciones me preguntó: “¿Y tú por qué vienes? ¿Qué es lo que más te gusta?” Pensé de inmediato que yo iba a las vacaciones cada año desde que tengo memoria. Mis padres pertenecen a CL por lo que desde niña las vacaciones las vivo con mucha alegría y las espero con gran ilusión desde muchos meses atrás. Ya son parte de mi vida. Un poco más tarde, ese mismo día mientras me dirigía al salón, me sorprendí volviéndome a hacer la misma pregunta:

“Andrea, ¿qué haces aquí?”. Vino esto a mi mente porque este año me tocó “venir sola”, es decir; mi mamá, mi hermana y mi esposo no pudieron asistir. Siempre es un poco desafiante venir a las vacaciones familiares sin familia... Descubrirme tan aferrada al gesto, que vine a pesar de esto, me sorprendió a mí misma.

Me doy cuenta que venir cada año es un “sí” que vuelvo a dar. No lo hago por tradición, no doy por descontado mi asistencia, es un apego a aquello que responde siempre a mi corazón. A pesar de “venir sola” las vacaciones no me defraudaron en lo más mínimo. La correspondencia
y el abandono en Cristo sobrepasa cualquier expectativa: los nuevos amigos, el encuentro con todos los demás, ver a la cara mis límites, las preguntas que vuelven a surgir, las charlas en la comida, los juegos, las reflexiones, los libros... Cristo presente en todo.

Yo vengo porque es un acto de fidelidad a mí misma, a aquello que corresponde verdaderamente a mi corazón. Y Cristo hace todo lo demás. Sentirme más que nunca acompañada, abrazada y mirada con ternura por Él a través de tantos rostros, me desarma completamente. Y así, tratando de seguir en esta postura, donde deseo dejarme ser traspasada por Él, regreso a mi casa.

Andrea Pineda, Ciudad de México